Un año más la semana de Navidad la hemos pasado esquiando en Baquería toda la family, osease: mis papas, mis hermanas, el cuñado (también conocido como Jaime o incluso como carapán), María y yo.
Todos fueron el domingo para empezar a esquiar el lunes, pero como María tenía que trabajar hasta el martes yo aproveche el lunes para ir a escalar y el martes a mediodía comenzábamos el viaje para poder esquiar el miércoles. De lunes a jueves las condiciones eran impresionantes, sol, nieve polvo calidad suprema, todo bien pisado… una pasada! La temporada promete…
Jaime el miércoles sobre las 12 volvía a Santander para cenar en su casa, mientras nosotros cenábamos a eso de las 8:30 de la tarde… hay que tener en cuenta que no habíamos comido y que el jueves a las 9:30 había que estar esquiando, claro.





El viernes se torció el tema un poco, pues, aunque estábamos prevenidos, pues daban malo, el día amaneció con un nevada de las buenas. Subimos a esquiar pero para la 1 estábamos de vuelta, así que decidimos adelantar el regreso a casa, que estaba previsto para la mañana del sábado.
Habiendo adelantado el regreso el sábado María y yo pudimos ir a fundir dineros a IKEA… a punto de morir tras 8 horas allí metidos, pero bueno, lo mejor es que ya paso.
Todos fueron el domingo para empezar a esquiar el lunes, pero como María tenía que trabajar hasta el martes yo aproveche el lunes para ir a escalar y el martes a mediodía comenzábamos el viaje para poder esquiar el miércoles. De lunes a jueves las condiciones eran impresionantes, sol, nieve polvo calidad suprema, todo bien pisado… una pasada! La temporada promete…Jaime el miércoles sobre las 12 volvía a Santander para cenar en su casa, mientras nosotros cenábamos a eso de las 8:30 de la tarde… hay que tener en cuenta que no habíamos comido y que el jueves a las 9:30 había que estar esquiando, claro.






El viernes se torció el tema un poco, pues, aunque estábamos prevenidos, pues daban malo, el día amaneció con un nevada de las buenas. Subimos a esquiar pero para la 1 estábamos de vuelta, así que decidimos adelantar el regreso a casa, que estaba previsto para la mañana del sábado.
Habiendo adelantado el regreso el sábado María y yo pudimos ir a fundir dineros a IKEA… a punto de morir tras 8 horas allí metidos, pero bueno, lo mejor es que ya paso.
A pesar de las condiciones meteorológicas, que a nosotros nos hicieron ir detrás de la maquina quitanieves durante un buen cacho de la autopista ya en el viaje de ida, la asistencia fue la que la ocasión merecida: más de 100 inscritos entre todas las categorías y más de 60 en la categoría absoluta masculina. Novedad en la forma de competir, pues la clasificatoria la disputamos todas las categorías a la vez, habiendo 11 bloques en total de los que cada categoría tenía que hacer unos concretos. Se dieron 3 horas y media para intentar resolver todos los bloques, siendo clasificatoria y final para las categorías inferiores.
Creo que esta vez la representación cantabra batió record de participación: Sonia y María en chicas y: José Alberto, Alex (Jr., jejeje), Alex (Duboc, jajaja), José, Blin, Batman, Alex (Ruifernandez), Benja, Labrador, Jorrin, Ramón (Padre), Ramón (hijo) y yo. Además también hubo otros tantos animando, entre ellos dos que se escaquearon de participar vilmente, poniendo excusas que para la próxima ya no cuelan: Titi y Yedra.
Pues por la maña bastante bien, pues por lo menos se acababa cansado al tener tanto tiempo para escalar, Sonia paso primera a la final en chicas y yo primero en chicos.
Luego nos tocaba a nosotros. Al igual que paso en Pola de Laviana se propusieron 6 bloques contando tan sólo con 4 minutos por bloque. Mojandome un poco creo que esto habría que pensárselo bastante para otras ocasiones, pues, de entrada, va en detrimento del espectáculo, en tanto que hay que medir mucho los pegues para poder contar con fuerzas en el último bloque. No hay más que ver en formato de competición de los campeonatos del mundo o de Europa, donde hay sólo 4 pasos y son 6 los minutos para escalar, es decir, al revés. Al lió que me enrollo. El primero de los bloques sólo lo hizo Carlitos (que esta como un toro), llegando algunos otros a tocar la top. En el segundo bloque no se llego demasiado lejos, creo que sólo Pablin y yo llegamos a tocar, que no agarrar, el bidedo. El tercero fue, probablemente el más sencillo, un techo de regletas que bastantes participantes pudimos resolver. El cuarto sencillamente era inhumano! Creo que sólo Pablín llego a la forma negra… El quinto era también muy duro y apenas se llego a la mitad del bloque, aunque en este caso yo lo achaco a la falta de pegada. Para acabar el mantel, que resolvieron Nano, Ramón, José Alberto y Pablin, Yo queme una de mis tracas… una javierada! 
La verdad es que nos despedimos a toda leche del personal y salimos pitando por miedo a quedarnos tirados en algún sitio, ya que había estado nevando copiosamente. De hecho un buen tramo de la carretera lo encontramos con un palmo de nieve.
Sólo queda felicitar a los organizadores (a Nano especialmente), a los speakers (vaya par de cracks!!!), a los equipadores (Luisin, Alan y Cía) y todos los que han hecho posible que va sean 5 años seguidos yendo a la Pola a pasárnoslo como enanos. Gracias a todos y nos vemos el año que viene!!!





