lunes, 20 de junio de 2011

CHAVALERIA EN LAS TUERCES

El Club Alpino Tajahierro había organizado para este fin de semana una salida a las Tuerces para todos los chavales que estuvieran interesados. Nos pidieron apoyo y no pudimos negarnos. El sábado salían en tren desde Santander a eso de las 2 de la tarde, llegaban a Mave sobre las 4 y desde ahí andando hasta las Tuerces.

Nosotros aprovechamos para subir a escalar e intentar aprovechar hasta que llegasen.

Empezamos por la zona del Juc, donde Pablo estuvo probando La cuarenta y Oscar, que hacía casi 5 años que no venía a blocar, estuvo probando todos los bloques de la zona. Sin éxito por este sector cambiamos a la zona de la mesa. Yo quería probar la entrada sentado de La Tuneladora, que comienza sentado desde unos invertidos no muy generosos y cerrada a coger un bidedo cruzado. Luego “sólo” queda La Tuneladora, que por sí mismo ya pesa 7c+ o algo así. La verdad es que ese primer movimiento había conseguido hacerlo alguna vez, aunque luego no era capaz de colocarme para seguir. Esta vez ese paso conseguí hacerlo varias veces y al final hubo premio y pude resolver el bloque entero. Queda bautizado como Rastreator y, aunque siempre pensé que era 8a+, ahora no sabría “cuantificar” lo difícil que es…

Pablo aprovecho para reencontrarse con El general Sherman (7c), y Oscar se animó a probarlo, aunque este General es muy testarudo y no dejo que ninguno de ellos se le subiesen a las barbas.

Finalizamos la jornada en El muro de las lamentaciones. Oscar estuvo a punto de encadenar El bocarte del cantábrico (7b+), pero las pequeñas regletas acabaron por abrirle una yema y el encadene hubo de ser pospuesto.

Poco después se empezaron a oír gritos varios, señal de que la chavalería había llegado. Nos encontramos con unos 30 críos desde los 2 hasta los 12 años o por ahí. A partir de ese momento nos dedicamos a preparar las zonas de vivac para dormir, preparar la cena, etc. Después de cenar una paseo nocturno por los callejones y pasadizos del sector los arcos y todo el mundo a dormir. La verdad es que la temperatura era de unos 8º y soplaba un viento frío de narices, pero todos aguantaron como auténticos titanes!

El domingo, después del desayuno (flipamos en colores viendo como un crío de unos 6 años se metía para el pecho 8 sobaos!... yo con 3 no podía más…), tocaba una yincana por todas las tuerces. La verdad es que estuvo bien, aunque para los más pequeñines igual fue demasiada pateada… en mi grupo había 4 crías de 4 años y menos que se fueron turnando para ir en mi chepa… luego fuimos a hacer un poco de bulder hasta la hora de comer. Ciertamente alguno apunta maneras y ya le hemos tomado la matricula, jejeje.

Después de comer intentamos descansar un poco, pero no nos dejaron, con lo que se montaron unos top ropes y una tirolina y estuvimos subiendo y lanzando niños hasta la hora de volver.

Ya con toda la chavalería de vuelta a casa paramos en Aguilar a tomar un refrigerio más que merecido, pues el domingo el calor que hizo no era cosa de broma.

El próximo finde me gustaría pegar una escapada a Hoya moros o algún otro sitio, pero aún estoy en el trámite de liar a alguien… a ver qué pasa!

1 comentario:

Jesús Obregón Díaz dijo...

"después del desayuno (flipamos en colores viendo como un crío de unos 6 años se metía para el pecho 8 sobaos!... yo con 3 no podía más…)"

Bueno, ya sabeis que si ese crío sigue escalando será más parecido a mi que a vosotros, jajajajaja