Pues ya estamos otra vez de vuelta, y lo peor de todo: currando!
Como 15 días dan para bastante voy a intentar hacer esto un poco resumido, porque si no esto no acabaría nunca!
Apenas unos minutos antes de salir de vacaciones, Joselin y Sara hicieron acto de presencia en mi casa con la intención hacerme un cambio de look radical… y así lo hicieron. Maquinilla en mano me esquilaron cual oveja, dejándome la cabeza como una bola de billar… una forma distinta y fresca de empezar las vacaciones.
En principio Zillertal era el sitio elegido para pasar nuestras 2 semanas de vacaciones, pero la lluvia impidió que así fuera, de hecho la frase que resume esta primera parte del viaje nos la dijo un castellonense afincado en Innsbruck cuando, visitando esta ciudad, le comentamos que en Zillertal llovía: “En Zillertal algunas veces no llueve…”, mal asunto!
Después de día y medio de viaje y más de 1700 kilómetros llegamos a esta increíble zona en medio del Tirol. Montamos nuestra base de operaciones en el pueblo de Ginzling, pues queda a mano de la gran mayoría de sectores, de hecho el primer día de escalada fue en el sector Ginzling wald, que se encuentra en el mismo pueblo. Escalamos con sol e incluso con algo de calor. Al rato de estar escalando llegaron Pablo y Titi, que habían salido algo después que nosotros. Aprovechamos el primer día al máximo y acabamos escalando de noche en un lance cerca del coche.
Cuando acabamos de escalar llegaron la otra parte de la expedición que había empezado el viaje conociendo Chamonix: Jorrin, Sonia, Vera, Pablin, María, Marta y Nori. A partir de ahora el team deportiva.
A la mañana siguiente el team deportiva opto por acompañarnos a blocar y así empezar poco a poco la aclimatación a la roca de la zona. Optamos por ir a conocer el Zillergrund Wald. Para poder pasar el coche tuvimos que pagar unos 8 euros (aquí se paga por todo!) y encima cuando llegamos las nubes hicieron acto de presencia…
Apenas 30 minutos después de empezar a escalar comenzó a llover con ganas… aún así seguimos apurando los bloques secos y pudimos hacer unos cuantos pasos. Yo pude hacerme incluso un 7c+: Bermuda Breieck.
Cuando ya todo estaba mojado optamos por ir a conocer Mayrhofen, el pueblo más grande del valle, donde estuvimos dando una vuelta y tomando algo.
A la mañana siguiente vuelve a amanecer lloviendo… nos vamos a conocer Innsbruck. Parte de la expedición decide quedarse escalando en el Tivoli, un rocódromo increíble y un hervidero de escaladores potentísimos. El resto nos fuimos a conocer esta coqueta ciudad y aprovechamos a comer algún plato típico tirolés, que dicho sea de paso no es ninguna maravilla. Y así, entre chaparrón y chaparrón, pasamos el día.
A la mañana siguiente el sol hace acto de presencia. El team deportiva, ya aclimatado, se va a conocer el sector de deportiva más emblemático de la escuela y nosotros nos vamos a conocer otro sector de bloque: Klausem Alm. Nuevamente nos vuelven a crujir por aparcar, pero mereció la pena. Unos estupendos bloques en medio de un prado con un tirolés cantando con su acordeón… de coña!
Escalamos todo lo que pudimos y sacamos el máximo partido de los bloques que estaban al sol. María escalo un regletero 6b a la primera y a puntito estuvo de hacer lo mismo con una travesía de 6c. Titi quedó cerca de resolver un exigente 7b+ con lance al final. Pablo y yo estuvimos probando The will to live y La targa nervosa, dos bloques de 7c bastante duros para su grado. Yo al final conseguí hacerlos. Bastante exigente este sector.
De vuelta al coche Pablo y yo paramos en el sector Breithlander para hacer algún bloque más. un 7a, un 7a+, probamos un 7c y vuelta al coche que empieza a anochecer.
Ya de vuelta en Ginzling las estrellas desaparecen, lo que nos lleva a hacer una serie de consultas en relación con la meteo de los días venideros… las noticias no pueden ser peores! Lluvia para 2 semanas!!!
Al despertarnos escuchamos nuevamente la banda sonora del viaje: las gotas cayendo contra el techo… hay que tomar decisiones. El team deportiva opta por un cambio radical y ponen rumbo a Venecia para ir más tarde a las soleadas paredes de Arco. Nosotros decidimos ir a conocer Salzburgo y esperar la evolución del tiempo.
Así lo hicimos. Los siguientes dos días los pasamos viendo llover en Salzburgo, una ciudad increíble que rezuma música por todas partes, de hecho nosotros acabamos yendo a ver el Requiem de Mozart en la Catedral. Una experiencia más que interesante.
Nueva consulta a la meteo y nuevas malas noticias. Siguen dando lluvias. El planning que traíamos María y yo de ir a conocer Viena se suspende y ponemos rumbo a Magic Wood, donde daban mejor.
Al llegar allí nos encontramos con un montón de gente: Ruper y Marina, Alvarito y Ana, Miguel, Pavi, Carlitos, Carlos Preciado, Ignasi… y muchos más! No se me ofenda nadie!
El primer día allí estuvimos picoteando un poco por todos lados. Probamos Austronautenfiber (o como se llame), que estaba algo mojado, Pablo y yo hicimos La Dance, y acabamos probando La historia interminable, que Pablo llevaba bastante bien.
Uno de los bloques que me quede con ganas de dar en serio el verano pasado fue Foxy Lady, por la fisura. Así que a la mañana siguiente pusimos rumbo a dicho bloque. Tras calentar un poco y darles unos cuantos pegues encadenamos Carlos Preciado, Carlitos (que ya lo tenía hecho) e Ignasi lanzando, y Ruper y yo con la fisura. Entre tanto Pablo y Titi se fueron con Alvarito y Pablo a probar Piranja. Algo después me fui a probar Riverbed con Ignasi, Carlos, Carlitos y Ruper. Un blocazo en el que los pasos salen bastante bien pero hay que tener unas buenas pilas, pues al final son un porron de movimientos. Estando allí empezó a llover como si no lo hubiese hecho nunca y yo había dejado las trampillas del techo de la autocaravana abiertas, con lo cual me toco correr de lo lindo… se mojo un poco todo, pero no fue grave, ósea que con la misma vuelta al bosque. Acabamos juntándonos todos nuevamente en el Bruno´s bloc, donde Pablo estaba probando La historia interminable. Como a mi ese bloque no me va ni leches opte por probar Nothing Changes, bloque que tiene una caída un tanto mala pero cuyos movimientos no resultan demasiado duros.
A la mañana siguiente pusimos rumbo al Piranja. Calentamos un poco y a mi empieza a molestarme el bíceps izquierdo. Le damos todos unos buenos pegues pero no hay suerte y a mí el bíceps parece que me va a estallar! Al final decidimos descansar todo el día e irnos a Interlaken donde pasamos también el día siguiente. Un sitio muy chulo, aunque según Pablo la norte del Eiger “No es más que una cuesta de vacas”… eso sí los que queráis ir a Glindewald alguna vez que sepáis que hay que ir con un buen fajo de billetes bajo el brazo, pues todo es carísimo!
Después de dos días de descanso volvimos a Magic con las pilas cargadas. Para empezar volvimos a Piranja, que conseguimos hacer Ignasi y yo. Allí deje a Pablo, Titi, Alvarito y Pavi y me fui a probar Octopussy con Ruper, Ignasi y Carlos. Carlos lo zumbo rápidamente y cambiamos de zona. Turno de Voigas y High Spirit. Carlos e Ignasi zumbaron Voigas en un plis plas y Ruper quedo muy cerquita. Yo por mi parte me conforme con probar High Spirit (8a+/b) y sacarle los pasos, ya que Voigas tiene un dinámico que no haré en la vida... En la misma piedra se encuentra No liberty, una pequeña travesía de 8a con paso de hombro que conseguí resolver al tercer pegue.
Para acabar la sesión vuelta al Bruno´s bloc, donde ya esperaba Pablo. Para redondear la jornada encadene Nothing Changes al segundo intento del día.
El jueves la lluvia vuelve a hacer acto de presencia y al parecer para quedarse, con lo que decidimos poner rumbo a Chironico, pero de camino sigue lloviendo, con lo cual hacemos una parada en Bellinzona para ver el castillo y optamos por comenzar el viaje de vuelta a casa, previa parada en Annot donde escalamos el viernes. La verdad es que esta escuela me ha sorprendido muy gratamente, una arenisca muy buena llena de agujeros en un bosque completamente salvaje. Tuvimos una sesión de escalada algo más relajada que las anteriores, aunque no exenta de encadenes, pues Pablo consiguió hacerse con La debaine assis, 7c+.
A la mañana siguiente, mientras Pablo y Titi se iban a ver Cannes, María y yo poníamos rumbo a casa, donde llegamos a la una de la mañana después de los que peajes franceses nos hiciesen perder horas en colas…
Mañana cuelgo algunas fotos, el video tendrá que esperar más...
Como 15 días dan para bastante voy a intentar hacer esto un poco resumido, porque si no esto no acabaría nunca!
Apenas unos minutos antes de salir de vacaciones, Joselin y Sara hicieron acto de presencia en mi casa con la intención hacerme un cambio de look radical… y así lo hicieron. Maquinilla en mano me esquilaron cual oveja, dejándome la cabeza como una bola de billar… una forma distinta y fresca de empezar las vacaciones.
En principio Zillertal era el sitio elegido para pasar nuestras 2 semanas de vacaciones, pero la lluvia impidió que así fuera, de hecho la frase que resume esta primera parte del viaje nos la dijo un castellonense afincado en Innsbruck cuando, visitando esta ciudad, le comentamos que en Zillertal llovía: “En Zillertal algunas veces no llueve…”, mal asunto!
Después de día y medio de viaje y más de 1700 kilómetros llegamos a esta increíble zona en medio del Tirol. Montamos nuestra base de operaciones en el pueblo de Ginzling, pues queda a mano de la gran mayoría de sectores, de hecho el primer día de escalada fue en el sector Ginzling wald, que se encuentra en el mismo pueblo. Escalamos con sol e incluso con algo de calor. Al rato de estar escalando llegaron Pablo y Titi, que habían salido algo después que nosotros. Aprovechamos el primer día al máximo y acabamos escalando de noche en un lance cerca del coche.
Cuando acabamos de escalar llegaron la otra parte de la expedición que había empezado el viaje conociendo Chamonix: Jorrin, Sonia, Vera, Pablin, María, Marta y Nori. A partir de ahora el team deportiva.
A la mañana siguiente el team deportiva opto por acompañarnos a blocar y así empezar poco a poco la aclimatación a la roca de la zona. Optamos por ir a conocer el Zillergrund Wald. Para poder pasar el coche tuvimos que pagar unos 8 euros (aquí se paga por todo!) y encima cuando llegamos las nubes hicieron acto de presencia…
Apenas 30 minutos después de empezar a escalar comenzó a llover con ganas… aún así seguimos apurando los bloques secos y pudimos hacer unos cuantos pasos. Yo pude hacerme incluso un 7c+: Bermuda Breieck.
Cuando ya todo estaba mojado optamos por ir a conocer Mayrhofen, el pueblo más grande del valle, donde estuvimos dando una vuelta y tomando algo.
A la mañana siguiente vuelve a amanecer lloviendo… nos vamos a conocer Innsbruck. Parte de la expedición decide quedarse escalando en el Tivoli, un rocódromo increíble y un hervidero de escaladores potentísimos. El resto nos fuimos a conocer esta coqueta ciudad y aprovechamos a comer algún plato típico tirolés, que dicho sea de paso no es ninguna maravilla. Y así, entre chaparrón y chaparrón, pasamos el día.
A la mañana siguiente el sol hace acto de presencia. El team deportiva, ya aclimatado, se va a conocer el sector de deportiva más emblemático de la escuela y nosotros nos vamos a conocer otro sector de bloque: Klausem Alm. Nuevamente nos vuelven a crujir por aparcar, pero mereció la pena. Unos estupendos bloques en medio de un prado con un tirolés cantando con su acordeón… de coña!
Escalamos todo lo que pudimos y sacamos el máximo partido de los bloques que estaban al sol. María escalo un regletero 6b a la primera y a puntito estuvo de hacer lo mismo con una travesía de 6c. Titi quedó cerca de resolver un exigente 7b+ con lance al final. Pablo y yo estuvimos probando The will to live y La targa nervosa, dos bloques de 7c bastante duros para su grado. Yo al final conseguí hacerlos. Bastante exigente este sector.
De vuelta al coche Pablo y yo paramos en el sector Breithlander para hacer algún bloque más. un 7a, un 7a+, probamos un 7c y vuelta al coche que empieza a anochecer.
Ya de vuelta en Ginzling las estrellas desaparecen, lo que nos lleva a hacer una serie de consultas en relación con la meteo de los días venideros… las noticias no pueden ser peores! Lluvia para 2 semanas!!!
Al despertarnos escuchamos nuevamente la banda sonora del viaje: las gotas cayendo contra el techo… hay que tomar decisiones. El team deportiva opta por un cambio radical y ponen rumbo a Venecia para ir más tarde a las soleadas paredes de Arco. Nosotros decidimos ir a conocer Salzburgo y esperar la evolución del tiempo.
Así lo hicimos. Los siguientes dos días los pasamos viendo llover en Salzburgo, una ciudad increíble que rezuma música por todas partes, de hecho nosotros acabamos yendo a ver el Requiem de Mozart en la Catedral. Una experiencia más que interesante.
Nueva consulta a la meteo y nuevas malas noticias. Siguen dando lluvias. El planning que traíamos María y yo de ir a conocer Viena se suspende y ponemos rumbo a Magic Wood, donde daban mejor.
Al llegar allí nos encontramos con un montón de gente: Ruper y Marina, Alvarito y Ana, Miguel, Pavi, Carlitos, Carlos Preciado, Ignasi… y muchos más! No se me ofenda nadie!
El primer día allí estuvimos picoteando un poco por todos lados. Probamos Austronautenfiber (o como se llame), que estaba algo mojado, Pablo y yo hicimos La Dance, y acabamos probando La historia interminable, que Pablo llevaba bastante bien.
Uno de los bloques que me quede con ganas de dar en serio el verano pasado fue Foxy Lady, por la fisura. Así que a la mañana siguiente pusimos rumbo a dicho bloque. Tras calentar un poco y darles unos cuantos pegues encadenamos Carlos Preciado, Carlitos (que ya lo tenía hecho) e Ignasi lanzando, y Ruper y yo con la fisura. Entre tanto Pablo y Titi se fueron con Alvarito y Pablo a probar Piranja. Algo después me fui a probar Riverbed con Ignasi, Carlos, Carlitos y Ruper. Un blocazo en el que los pasos salen bastante bien pero hay que tener unas buenas pilas, pues al final son un porron de movimientos. Estando allí empezó a llover como si no lo hubiese hecho nunca y yo había dejado las trampillas del techo de la autocaravana abiertas, con lo cual me toco correr de lo lindo… se mojo un poco todo, pero no fue grave, ósea que con la misma vuelta al bosque. Acabamos juntándonos todos nuevamente en el Bruno´s bloc, donde Pablo estaba probando La historia interminable. Como a mi ese bloque no me va ni leches opte por probar Nothing Changes, bloque que tiene una caída un tanto mala pero cuyos movimientos no resultan demasiado duros.
A la mañana siguiente pusimos rumbo al Piranja. Calentamos un poco y a mi empieza a molestarme el bíceps izquierdo. Le damos todos unos buenos pegues pero no hay suerte y a mí el bíceps parece que me va a estallar! Al final decidimos descansar todo el día e irnos a Interlaken donde pasamos también el día siguiente. Un sitio muy chulo, aunque según Pablo la norte del Eiger “No es más que una cuesta de vacas”… eso sí los que queráis ir a Glindewald alguna vez que sepáis que hay que ir con un buen fajo de billetes bajo el brazo, pues todo es carísimo!
Después de dos días de descanso volvimos a Magic con las pilas cargadas. Para empezar volvimos a Piranja, que conseguimos hacer Ignasi y yo. Allí deje a Pablo, Titi, Alvarito y Pavi y me fui a probar Octopussy con Ruper, Ignasi y Carlos. Carlos lo zumbo rápidamente y cambiamos de zona. Turno de Voigas y High Spirit. Carlos e Ignasi zumbaron Voigas en un plis plas y Ruper quedo muy cerquita. Yo por mi parte me conforme con probar High Spirit (8a+/b) y sacarle los pasos, ya que Voigas tiene un dinámico que no haré en la vida... En la misma piedra se encuentra No liberty, una pequeña travesía de 8a con paso de hombro que conseguí resolver al tercer pegue.
Para acabar la sesión vuelta al Bruno´s bloc, donde ya esperaba Pablo. Para redondear la jornada encadene Nothing Changes al segundo intento del día.
El jueves la lluvia vuelve a hacer acto de presencia y al parecer para quedarse, con lo que decidimos poner rumbo a Chironico, pero de camino sigue lloviendo, con lo cual hacemos una parada en Bellinzona para ver el castillo y optamos por comenzar el viaje de vuelta a casa, previa parada en Annot donde escalamos el viernes. La verdad es que esta escuela me ha sorprendido muy gratamente, una arenisca muy buena llena de agujeros en un bosque completamente salvaje. Tuvimos una sesión de escalada algo más relajada que las anteriores, aunque no exenta de encadenes, pues Pablo consiguió hacerse con La debaine assis, 7c+.
A la mañana siguiente, mientras Pablo y Titi se iban a ver Cannes, María y yo poníamos rumbo a casa, donde llegamos a la una de la mañana después de los que peajes franceses nos hiciesen perder horas en colas…
Mañana cuelgo algunas fotos, el video tendrá que esperar más...
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